Argentina se prepara para obtener su séptima corona en mundiales Sub-20

Con nuevas caras la albiceleste busca continuar como la selección que ha sido campeona en más ocasiones y quieren dejar atrás 18 años sin levantar el título.

Por: Ángel Olmedo

Interrogantes por la presencia de Franco Mastantuono y Claudio Echeverri, marcan la planificación de la escuadra dirigida por Diego Placente que busca volver a quedarse con el mundial del cual son los máximos ganadores y que se disputará en Chile del 27 de septiembre al 19 de octubre.

Argentina dependerá del Real Madrid y del Manchester City para confirmar si podrá contar con sus grandes figuras en el torneo más importante en la esfera del fútbol formativo. Mastantuono y el “Diablito” Echeverri fueron claves en la clasificación y tienen la edad para disputar el certamen pero son los clubes europeos los que tienen la última palabra.

El objetivo albiceleste es claro tras haber sido anfitriones de la última edición, donde fueron eliminados por Nigeria en los octavos de final. Chile 2025 marcará la 18° participación de Argentina en el mundial con la ilusión de estampar su séptima estrella tras los títulos de 1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007

Young Socceroos de vuelta al Mundial en una nueva era del fútbol australiano

Después de 12 años sin clasificar (2013), Australia vuelve al Mundial Sub-20. Los Young Socceroos vienen de hacer historia al ser la primera generación del país -desde el cambio de confederación de OFC a AFC en 2006- en conseguir un título continental en Asia. Además de clasificarlos al Mundial, este logro refleja el impacto de un proceso estructural que, según el periodista especializado Teo Pellizzeri, representa un verdadero “cambio generacional“.

Por: Trinidad Jara Contreras

El Mundial Femenino organizado por Australia y Nueva Zelanda en 2023, fue un punto de inflexión para el fútbol australiano. Con estadios llenos, récords de audiencia y un significativo impacto económico que potenció al fútbol formativo femenino y masculino, el torneo aumentó el reconocimiento y respeto de Australia en el mundo del fútbol, despertando un mayor interés de los niños por el deporte.

En este contexto, el éxito internacional de las Matildas -sumado a las 6 clasificaciones consecutivas de la selección masculina al Mundial- generó una presión positiva sobre las divisiones juveniles. Ahora se espera que los equipos Sub-20 y otras categorías clasifiquen a torneos internacionales de manera constante y rindan al máximo, manteniendo el estándar que dejó la selección femenina.

En esta nueva generación, a diferencia de las anteriores, la mayoría de sus jugadores debutaron en el fútbol profesional antes de cumplir 20 años, lo que les da una madurez que marca diferencias. Al enfrentarse constantemente a jugadores experimentados a nivel de clubes, “cuando juegan en su división (Sub-20), nada los intimida, ellos intimidan a sus oponentes”, señala Pellizzeri.

El equipo actual

Foto: socceroos.com.aus

Los Young Socceroos tienen un estilo de juego versátil, pueden apostar por una solidez defensiva o sorprender con rápidas transiciones ofensivas. Este carácter impredecible los convierte un rival difícil de descifrar y anticipar.

Actualmente cuentan con un plantel amplio y equilibrado, sin una única figura pero con varias individualidades que destacan en lo colectivo. Una de las piezas clave del equipo es Steven Hall, arquero de 20 años que lideró a Australia en la U20 Asian Cup 2025, convirtiéndose en el héroe de la definición por penales de la final. Mientras que Paul Okon-Englster, hijo del exitoso exfutbolista y entrenador australiano Paul Okon, se proyecta como líder en el mediocampo y eje táctico del equipo.

Con un 4-3-3 flexible y una defensa rápida, lo único seguro del equipo es Okon-Englster en el medio. Con su visión para distribuir el juego, pases precisos y gran inteligencia táctica, está llamado a ser el jugador que marque el ritmo del equipo en Chile.

Lo que viene para Australia Sub-20 en el Mundial

Los Young Socceroos integran el Grupo D junto a Cuba, Argentina e Italia. Estos dos últimos, selecciones de alto nivel con gran tradición y cultura futbolística que obligarán a Australia a exigirse al máximo cada partido. Al respecto, Paul Okon-Englstler mencionó que lo toma como un lindo desafío y que “”Es una gran oportunidad de jugar al máximo nivel contra algunos de los mejores países futbolísticamente hablando”.

Cuba vuelve a decir presente en un Mundial Sub-20 con una gran interrogante

Chile recibirá a una Cuba Sub-20 que vuelve a la élite mundial doce años después y con un dilema que trasciende la cancha: ¿cómo retener talento en medio de carencias estructurales y la atracción de ligas profesionales? El regreso llega con rivalidades mayúsculas: Argentina, Italia y Australia en el Grupo D y con estadio grande: Valparaíso para el debut y el Nacional de Santiago en la ruta del torneo.

Por: Adalú Salas Grau

Foto: Sitio oficial de la Concacaf

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Para Karel Pérez, capitán de la Sub-20 y zaguero zurdo hoy cedido al SC Vianense desde el Gil Vicente de Portugal, la clasificación se gestó mucho antes del último penal en Guanajuato. “Nos concentraron casi un año, todos nos decían que esta generación podía llegar al Mundial. Solo había que creérselo”, recuerda. En el premundial de Concacaf 2024, Cuba avanzó como mejor tercero y, en cuartos, eliminó a Honduras por penales para sellar boleto a Chile 2025. “No lo vivo como presión: es una gran oportunidad para mostrarnos”, agrega.

La otra cara del logro está puertas adentro. Raúl Hernández, encargado de prensa de la Asociación de Fútbol de Cuba (AFC) y team media officer de las selecciones, no maquilla el contexto: “Vivimos una crisis energética multifactorial que nos obligó a trabajar el doble”. La liga doméstica, amateur y organizada por provincias, sufrió interrupciones por falta de transporte y combustible; este año reanudó formato Apertura/Clausura en su 108ª edición. Como respuesta, la AFC promovió la colocación de juveniles en ligas de Centroamérica y algunos en Europa para sostener ritmos competitivos.

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Esa “fuga hacia afuera” convive con otro fenómeno sensible: los atletas que deciden no volver tras una competencia. Pérez lo aborda sin eufemismos: “Nadie nos pone presión; el que se quiere quedar, se queda. Es triste perder talento por factores externos, pero es decisión de cada cual”. Hernández añade el matiz institucional: la puerta sigue abierta para futbolistas de la diáspora o nacidos fuera con lazos cubanos, siempre que cumplan la normativa FIFA. La identidad, dice, no depende del código postal.

En lo deportivo, nada de cálculos: grupo de hierro y foco en competir. “No vamos a achicarnos con nadie. Que el campo decida”, desafía el capitán. La vitrina será grande: el 28 y 30 de septiembre Valparaíso recibirá duelos del Grupo D, incluido Cuba vs. Argentina, y el Mundial cerrará el 19 de octubre en el Estadio Nacional. Para una selección que jamás ganó en su única participación previa (Turquía 2013), sumar, resistir y mostrarse es un plan tan realista como ambicioso.

Foto: ESPN Centroamerica/X

Entre la épica del retorno y la pregunta que no se apaga —¿cómo construir un camino sostenible para que el talento se quede ligado al proyecto nacional, aunque juegue afuera?— Cuba llega a Chile con algo más que ilusión. Llega con una generación que se formó a contracorriente, un staff que se profesionaliza (entrenadores con licencia A en Italia) y un discurso que evita la queja para abrazar soluciones. El próximo silbato dirá si alcanza para octavos; mientras tanto, ya ganaron algo vital: volver a “decir presente” y hacerlo con una causa que excede 90 minutos.

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Italia, la esperanza Sub-20 que Chile necesita ver de cerca

 La “Azzurra” llega al Mundial de la categoría en nuestro país con un éxito juvenil que su selección adulta perdió hace años. Una paradoja que se cruza con la realidad de la Roja y que exhibe una lección clave para el fútbol chileno.

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Los números no mienten. Los jóvenes italianos han sido protagonistas constantes en los Mundiales sub-20: tercer lugar en 2017, cuarto en 2019 y subcampeones en Argentina 2023. Estos logros no son golpes de suerte; son el producto de un proceso serio y una inversión decidida en el fútbol formativo. Según los informes oficiales de la UEFA, su programa de desarrollo futbolístico “HatTrick” ha sido una herramienta fundamental para financiar el fútbol base en las federaciones miembro, incluyendo la Federación Italiana de Fútbol (FIGC). Desde su creación, este programa ha distribuido fondos que se han utilizado para mejorar la infraestructura de entrenamiento, capacitar a entrenadores y expandir la participación en el fútbol a nivel escolar, esto tiene como objetivo fortalecer la base del deporte y asegurar la identificación y el desarrollo de talentos desde edades tempranas.

Y es aquí donde se ve el gran contraste. Por más que la selección adulta de Italia no haya clasificado a los últimos dos Mundiales, sus juveniles han mantenido una presencia de élite en el escenario global. En cambio, Chile exhibe una doble problemática: no solo su selección adulta ha fracasado en el intento de ir a las últimas citas planetarias, sino que su equipo Sub-20 ha vivido un calvario. La Roja juvenil no ha logrado superar la fase de grupos del Sudamericano Sub-20 desde 2013, negándole la oportunidad de ir a un Mundial por mérito propio. La presencia en este torneo se debe únicamente a la condición de anfitrión, una situación que refleja la falta de un proceso formativo que pueda seguir los pasos de la “Generación Dorada”.

Daniele Bartocci en la ceremonia del Premio del Milenio en Roma

Para el periodista italiano Daniele Bartocci, esta situación demuestra una cruda realidad: “Esas actuaciones son ‘solo’ aparentes, ya que no se corresponden en absoluto con los resultados de la selección absoluta, que ya no logra ni siquiera clasificarse para un campeonato mundial.” La razón, según él, radica en una mentalidad que sacrifica el futuro por el presente. “Se quiere todo y de inmediato: el resultado a corto plazo prevalece en Italia sobre la planificación estratégica a largo plazo”, sentencia Bartocci.

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La lección para el fútbol chileno es clara: la inversión en la base es el único camino para asegurar el futuro. Italia, con todo su peso histórico y el fracaso de sus mayores, ha comprendido que la salvación reside en los más jóvenes. Muestra de ello es la estrategia de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), que ha creado una red de Centros Federales Territoriales en todo el país. Esta iniciativa, con una inversión significativa, permite un seguimiento sistemático de los talentos desde los 13 años, aplicando un modelo de formación unificado a nivel nacional.